domingo, 28 de marzo de 2010

Textos de Silvia Brusino

I

Antes de que dejaras de latir
busqué tus ojos,
océanos de luz
que navegué hacia atrás
desandando tus días
y mis días.
Era una isla mi niñez
que tu magia
pobló de maravillas.
Un sol anaranjado
me guardaba
toda tu calidez y tu ternura.
Adónde quedaría
tu voz, me pregunté.
Cómo voy a vivir
sin tus abrazos.
Antes de que dejara de latir
quise frenar el tiempo
y retenerte.
Pero el tiempo siguió.
Antes de que dejaras de latir
te atraparon mis ojos.
Miré dentro de mí
y te retuve, al fin.
Estás aquí:
en los pliegues azules de mi alma.







II




El mar con su gran boca verde
devora el sol que sangra sin sonido.

Rodando entre la espuma roja
me llegan sus despojos.

Se desvanecen al roce de mi mano.

El sol agoniza en colores
y el horizonte hereda sus últimos destellos.

Se desvanecen al roce de mis ojos.

El mar se ha puesto negro.
Intoxicado de sol vomita olas que rugen.

Sobre la arena
se desvanece mi huella.

La noche me devora los pies.



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